PUBLICIDAD
Se alza en lo alto de la Serra Gelada y es uno de los monumentos más fotografiados de Benidorm: la imponente cruz que domina la ciudad con su presencia sencilla pero impresionante. Pero ¿sabía que este monumento de 14 metros de altura estaba destinado originalmente a limpiar los „pecados“ de los turistas? Sí, ha leído bien. La historia de los orígenes de la cruz es una fascinante mezcla de fervor religioso, estrategia urbanística y deseo de mantener la moral en tiempos del incipiente boom turístico. Lo que en su día fue un símbolo de arrepentimiento y renovación es ahora un hotspot de Instagram.
Pero hay una historia más profunda detrás de las instantáneas que se remonta a los años sesenta. En aquella época, Benidorm era vista por los círculos más conservadores de España como una ciudad pecadora que parecía estar perdiendo sus valores cristianos debido a la moda de los bikinis y las costumbres permisivas de los turistas europeos.
Para poner fin a esta „decadencia“ moral, la Iglesia se impuso e inició la erección de una cruz en el punto más alto de la ciudad. Este acto simbólico pretendía salvar a la ciudad del „infierno“ -como se le llamaba entonces- y alejar los pecados de los visitantes.
Sin embargo, como suele ocurrir, el significado de los símbolos cambia con el tiempo. El monumento a la moral cristiana se convirtió poco a poco en un imán para los turistas, que descubrieron la cruz como telón de fondo para sus fotos de vacaciones. Hoy, la cruz es parte integrante de las redes sociales e inspira cientos de fotos en Instagram, donde influencers y visitantes disfrutan por igual de la impresionante vista del Mediterráneo.
¿Quién iba a pensar que un monumento destinado a frenar la „pecaminosidad“ de los turistas se había convertido en una de las mayores atracciones para esos mismos turistas?