Revista Costa Blanca

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Benidorm - Donde la historia se une con los rascacielos

Benidorm: historia y rascacielos

700 años, dos playas, millones de visitantes: Cómo el antiguo pueblo pesquero se convirtió en una metrópolis vertical - sin sin perder su alma.

Cuando se mira por la mañana a través de la Plaça del Castell, donde el azul del Mediterráneo coquetea con la línea del horizonte, queda claro que Benidorm no es como cualquier otro lugar. Esta ciudad -o mejor dicho, este pueblo con aires metropolitanos- representa el cambio, la contradicción y la fuerza de voluntad como casi ningún otro lugar de la Marina Baixa.

Un comienzo medieval con raíces marítimas
La historia de Benidorm comenzó oficialmente el 8 de mayo de 1325, cuando un tal almirante Bernat de Sarrià firmó la Carta Pobla, un documento que otorgaba derechos de ciudad al asentamiento situado a los pies de Punta Canfali. Hoy, un artístico banco de libros en el Paseo de Colón conmemora este momento histórico. Un monumento, sí, pero también un símbolo de que aquí la historia no es una pieza de museo, sino parte de la vida cotidiana.

Entre redes y niebla: El legado de los pescadores
Lo que hoy brilla en hormigón y cristal solía tener la piel salada y las manos ásperas. Generaciones de pescadores definieron la vida en Benidorm, sobre todo en los siglos XVIII y XIX. La llamada almadraba, un elaborado método de pesca del atún, era el medio de vida de muchas familias. Se siguió pescando a gran escala en la costa hasta 1952. Algunos benidormenses zarparon como capitanes, otros se hicieron un nombre como corsarios, con licencia real y el valor de enfrentarse a otros.
Si se pasea hoy por las callejuelas del casco antiguo, aún se puede sentir el aliento de los antiguos marinos, y oír hablar de aventuras marítimas en algunos bares que son mejores que cualquier serie de Netflix.

Dos playas, una idea: Todo por unas vistas al mar
Benidorm no sería Benidorm sin su costa. Más de cinco kilómetros de la mejor playa de arena dividen la ciudad: al este está la Playa de Levante, vibrante, animada y urbana. Al oeste está la Playa de Poniente, más tranquila e informal, con más de tres kilómetros de arena dorada. En medio se encuentra la pequeña Cala del Mal Pas, una recomendación para los que prefieren un ambiente más íntimo. Más mar, imposible.

Residentes, invitados, edificios - todo crece verticalmente
Alrededor de 75.000 personas viven actualmente en Benidorm durante todo el año. Pero eso es sólo la mitad de la verdad. En 2024, la ciudad contó con más de 2,8 millones de turistas, con más de 15 millones de pernoctaciones. La mayoría de ellos proceden del Reino Unido, seguidos del turismo nacional de Madrid, País Vasco y Aragón.
¿Cómo cabe tanta gente en un espacio limitado? Con el valor de ser alto. Más de 300 rascacielos, algunos de más de 150 metros, caracterizan el perfil de la ciudad. No por casualidad, sino por diseño: el legendario plan general de desarrollo de 1956 sentó las bases de una ciudad vertical con espacios abiertos, luz, aire y, sobre todo: espacio para todos.

Ciudad con declaración: entre la digitalización y la conservación de monumentos
Si cree que todo son tumbonas y happy hour, se equivoca. 

Benidorm está invirtiendo mucho en infraestructuras digitales, urbanismo inteligente y gestión sostenible del agua, temas que otros aún debaten, al tiempo que celebra el 700 aniversario de la ciudad en 2025 con conciertos, obras de teatro, sellos, exposiciones... y el mismísimo banco que parece un libro.
El sabor local también permanece visible: en la Plaça de Sant Jaume, la Carta Pobla medieval es representada por actores aficionados, acompañados de instrumentos tradicionales, y cien por cien con el color local valenciano.

Amado, odiado, incomprendido: La paradoja de Benidorm
Hay pocos lugares en la costa mediterránea española que polaricen tanto como Benidorm. Para algunos, es un monstruo de hormigón superpoblado, el epítome del turismo de masas con demasiados cristales, ruido e inglés en los menús. Para otros, es todo lo contrario: animada, colorida, integradora, una ciudad donde todo es posible. Entre estos extremos se encuentra la realidad, y quien se adentra en ella pronto se da cuenta: Benidorm tiene encanto. A veces escondido en las callejuelas del casco antiguo, a veces al aire libre en el tranquilo paseo marítimo de Poniente o tomando un café en un chiringuito familiar alejado de las avenidas principales.
Benidorm no es sutil, pero es honesto. Y eso es un bien escaso.

¿La lección de Benidorm? Flexibilidad
Benidorm es muchas cosas: un monumento al turismo moderno, un laboratorio del futuro urbano, un ejemplo de cómo reinventarse constantemente. Pero, sobre todo, es un lugar que nunca ha dejado de ser un pueblo, aunque hoy parezca una versión en miniatura de Manhattan con vistas al mar.
Y precisamente por eso Benidorm no es un lugar cualquiera de la Marina Baixa. Es un capítulo en sí mismo. O mejor dicho: todo un libro. 

Corto y dulce

▶ Número de habitantes (2024): aprox. 75.000
▶ Visitantes anuales (2024): 2,8 millones aprox.
Pernoctaciones (2024): más de 15 millones
Apodo:
Manhattan del Mediterráneo
El edificio más alto:
Torre Intempo (198 metros)
▶ Aniversario:
700 años de cartas pueblas desde 1325
▶ Playas principales:
Playa de Levante (2 km, animada)
Playa de Poniente (3 km, más tranquila)
Cala del Mal Pas (pequeña bahía)