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Se acabó el invierno, vuelve el sol y florecen las primeras plantas por todas partes: el momento perfecto para empezar el día lleno de energía. Pero en lugar de eso, muchas personas se sienten apáticas, cansadas y con ganas de bostezar todo el tiempo. ¡Bienvenidos a la época de la fatiga primaveral! Pero, ¿qué hay detrás de ella y cómo puedes desterrar este molesto bajón de energía? Le mostraremos cómo puede decir adiós a la fatiga primaveral con unos sencillos trucos y disfrutar al máximo del cálido clima de la Costa Blanca.
¿Por qué te cansa la primavera?
La fatiga primaveral no es un fenómeno imaginario, sino una reacción biológica al cambio de estación. El organismo debe adaptarse a los cambios de luz, temperatura y hormonas.
Caos hormonal en primavera
En invierno, nuestro cuerpo produce más melatonina, la hormona del sueño; al fin y al cabo, los días son más cortos y las noches más largas. En cuanto vuelve a amanecer, aumenta lentamente la producción de serotonina, la llamada hormona de la felicidad. El problema es que el cambio no se produce de la noche a la mañana. Mientras el cuerpo sigue luchando con la melatonina restante, se supone que debe cambiar al mismo tiempo a la serotonina, una confusión hormonal que puede manifestarse en forma de cansancio, problemas de concentración y desgana.
Circulación bajo tensión
Además, las temperaturas más cálidas dilatan los vasos sanguíneos, lo que puede reducir temporalmente la tensión arterial. La circulación primero tiene que adaptarse a las nuevas condiciones. Las personas especialmente sensibles al clima lo notan cuando se sienten cansadas más rápidamente cuando suben las temperaturas.
La buena noticia es que no tienes por qué luchar contra el bajón de energía durante semanas. Con unas sencillas medidas, puedes darle a tu cuerpo el empujón que necesita para adaptarse más rápidamente a la primavera.
1. repostar con luz - pero de la forma correcta
La luz solar es el factor más importante en la lucha contra la fatiga primaveral. Ayuda a descomponer la melatonina y estimula la producción de serotonina. Si sales a la luz del día por la mañana, le indicas a tu cuerpo que el día ha empezado.
Así es como funciona:
▶ Abre la ventana y deja que entre la luz: aunque sólo sea unos minutos.
▶ Respira aire fresco por las mañanas: ya sea dando un paseo por la playa, haciendo footing o simplemente tomando un café en el balcón.
▶ Tomar el sol conscientemente a la hora de comer: ¡el mejor momento para un chute de vitamina D!
2. el ejercicio favorece la circulación
Suena paradójico: si uno se siente cansado, a menudo no tiene ganas de hacer ejercicio. Pero ésta es precisamente la clave para despertar al cuerpo de la hibernación. El deporte y el ejercicio estimulan la circulación sanguínea, regulan la presión arterial y garantizan la liberación de endorfinas, las hormonas naturales del bienestar.
Consejos para una mayor actividad:
▶ Empieza la mañana con unos ejercicios de estiramiento: así pones en marcha la circulación.
▶ Integrar las actividades en la vida cotidiana: Escaleras en lugar del ascensor, paseos en lugar del coche.
▶ Elige deportes suaves: El yoga, la bicicleta o la natación ayudan a tonificar suavemente el cuerpo.
3. la dieta adecuada Contra la fatiga de los muelles
Lo que acaba en nuestro plato influye mucho en lo en forma o cansados que nos sintamos. Después de las comidas invernales, a menudo más pesadas, el cuerpo necesita ahora alimentos frescos y ricos en vitaminas para facilitar el cambio.
Refuerzo de energía para la primavera:
▶ Frutas y verduras frescas: las verduras de hoja verde (espinacas, rúcula), las bayas y los cítricos, en particular, aportan valiosos antioxidantes.
▶ Frutos secos y semillas: Un puñado de almendras, nueces o pipas de girasol aporta al organismo magnesio y grasas saludables.
Comidas ligeras: En lugar de platos copiosos de invierno, opta por una dieta mediterránea: pescado, aceite de oliva, legumbres y muchas verduras.
▶ Bebe suficiente agua: la deshidratación aumenta el cansancio. Beber al menos entre 1,5 y 2 litros de agua o té sin azúcar al día ayuda a mantener el metabolismo en marcha.
4. la siesta energética - correctamente dosificada
Una siesta por la tarde puede hacer maravillas, si se hace bien. Sin embargo, una siesta demasiado larga puede ser contraproducente y alterar tu ritmo de sueño.
La siesta perfecta:
▶ Duración de 10 a 20 minutos: permite que el cuerpo se regenere sin caer en una fase de sueño profundo.
▶ No duermas demasiado tarde: lo ideal es una siesta reparadora entre la 1 y las 3 de la tarde.
▶ Haz ejercicio después: un paseo corto o un vaso de agua fría ayudan a ponerse en marcha de nuevo.
5. aire fresco
y disfrutar de la naturaleza
La Costa Blanca ofrece el escenario perfecto para desterrar el cansancio primaveral al aire libre. Paseos por la costa, excursiones por la montaña o un picnic en el campo le recargarán las pilas.
Por qué es útil:
▶ El oxígeno revitaliza la mente: sólo 15 minutos al aire libre mejoran la concentración.
▶ La naturaleza tiene un efecto calmante: ayuda a reducir el estrés.
▶ El ejercicio suave favorece la circulación: un buen truco contra el bajón del mediodía, sobre todo después de comer.
Fresco y animado durante toda la primavera
La fatiga primaveral no es excusa para sentirse cansado durante semanas. Con unas sencillas medidas, podrás escapar del bajón de energía y disfrutar de la primavera en la Costa Blanca con renovado vigor.
Así que: ponte las gafas de sol, sal al aire libre y ¡a correr!