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En la sección „Café con leche con...“ CBM conoce a interesantes expatriados que comparten su historia en la Costa Blanca. En esta ocasión, Hellmuth Krüger habla con Marina Uhde, una inmigrante que lleva 25 años viviendo en la pintoresca Villajoyosa, y que en un principio sólo pensaba tomarse un breve descanso. En la entrevista, habla de sus comienzos, de los retos y exploramos la cuestión de si alguna vez volvería a Alemania.
Hola Marina, gracias por la oportunidad de conocerte aquí en Villajoyosa. Un lugar que has llamado hogar desde hace 25 años.
Ese no era el plan original, ¿verdad?
No, en absoluto. En realidad sólo quería venir a España tres meses para distanciarme un poco de mi ex marido. Mi tía vivía aquí, así que pensé en quedarme con ella un tiempo. Los tres meses se convirtieron en 25 años.
¿Así que no se trataba ni de unas vacaciones ni de una emigración planificada?
Exactamente. Nunca tuve intención de emigrar. Fue más bien una especie de tiempo muerto que simplemente duró más de lo esperado. Y de repente este era mi hogar.
Viniste aquí con tu hija de seis años y la criaste tú sola. Desde luego, no fue fácil.
No siempre fue fácil, sobre todo al principio. No había mucho apoyo y también era difícil económicamente, pero mi hija se adaptó muy rápido y hablaba español con fluidez a los tres meses. Eso facilitó muchas cosas.
Pronto encontraste un trabajo fijo, que sigues haciendo hoy en día, ¿verdad?
Sí, encontré un trabajo que en realidad llevo haciendo desde hace 23 años. Tuve mucha suerte, porque sin este trabajo fijo habría sido mucho más difícil afianzarme aquí.
¿Qué opina del desarrollo de Villajoyosa en los últimos 25 años? ¿Ha cambiado mucho la ciudad y qué hace que para usted siga mereciendo la pena vivir en ella?
Sí, por desgracia. Solía ser un lugar privilegiado, tranquilo e idílico. Hoy en día, el turismo de masas también se ha hecho un hueco aquí. La playa sigue siendo hermosa, pero en los meses estivales de julio y agosto está muy concurrida y es ruidosa. No obstante, aún quedan rincones, sobre todo en los barrios antiguos, donde continúa la vida tradicional.
Me gustan los Vileros, las muchas pequeñas boutiques, los restaurantes, algunos de los cuales son excelentes, las famosas casas de colores y sin olvidar a mi casero favorito Pablo.
¿Sigue teniendo una estrecha relación con Alemania?
Por supuesto. Mi familia vive en Alemania y todavía tengo muchos amigos allí. Nos visitamos con regularidad y también podría imaginarme volver algún día si las cosas no funcionan aquí. Alemania sigue siendo un país precioso para mí.
¿Diría que alguna vez se ha arrepentido de la decisión de quedarse aquí?
No, nunca me he planteado seriamente volver. Mi hija creció aquí y se siente más española que alemana. Siempre he tenido un fuerte vínculo con España a través de ella.
Muchas gracias por esta interesante entrevista, Marina. Tu historia demuestra que también se pueden echar raíces en otro país sin planearlo y
puede llevar una vida plena.
De nada, Hellmuth. Me ha gustado compartir mi historia.
Hellmuth Krüger