Revista Costa Blanca

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Costa Blanca: entre la Cuaresma y las dulces tentaciones

Entre la Cuaresma y las tentaciones dulces

Cómo se unen la historia, la fe y el placer en las especialidades de Pascua de la región.

Cuando comienza la Semana Santa en la Costa Blanca, en muchos hogares cobran protagonismo recetas especiales. El pescado sustituye a la carne, los dulces anuncian el final de la Cuaresma y el Lunes de Pascua se celebra con un picnic comunitario. La cocina de Pascua de la región combina antiguas tradiciones con ingredientes regionales y ofrece una variedad culinaria que va mucho más allá de las costumbres religiosas.

Ya sea el sabroso arroz con bacalao, los esponjosos buñuelos o la tradicional mona de Pascua, que los padrinos regalan a sus ahijados, cada plato cuenta una historia. Pero, ¿qué especialidades hay que probar? ¿Y dónde se encuentran los mejores dulces de Pascua? Un viaje culinario de descubrimiento a lo largo de la Costa Blanca.

De la renuncia al placer: La Cuaresma como origen de muchos platos
Dado que la Cuaresma cristiana prescribe tradicionalmente la abstinencia de carne, en la región se han desarrollado muchos platos de pescado y verduras, por ejemplo:;

Potaje de Vigilia – El guiso de Semana Santa
Uno de los platos más emblemáticos de la Semana Santa es el potaje de vigilia, un guiso sustancioso a base de garbanzos, espinacas y bacalao salado. Se sirve el Viernes Santo, día de mayor abstinencia, y simboliza la sencillez y el recogimiento de esta época.

Arroz con bacalao – Cuando el arroz y el bacalao entablar una relación
Otro plato tradicional de Cuaresma es el arroz con bacalao, un arroz especiado con bacalao, garbanzos y ajos tiernos. El bacalao salado le da al plato una intensidad especial, mientras que los aromas de la región —pimentón, azafrán y aceite de oliva— le aportan un toque mediterráneo.

Pa Torrat – La sencilla delicadeza de la Semana Santa
Menos conocido, pero profundamente arraigado en la tradición de Pascua, está el Pa Torrat. Se trata de pan simplemente tostado, frotado con ajo y rociado con aceite de oliva. A menudo se acompaña de bacalao o verduras encurtidas, una forma rústica pero deliciosa de dar un toque culinario a la Cuaresma.

Domingo de Pascua: el regreso del placer
con dulces tradiciones
Con la celebración de la resurrección, también cambia la cocina: tras la Cuaresma, por fin se puede volver a comer de todo. Especialmente en las panaderías se puede apreciar ahora la variedad de delicias de Pascua.

Mona de Pascua – Los dulces de Pascua con simbolismo
Ninguna Pascua estaría completa sin la Mona de Pascua. Esta dulce especialidad, elaborada con masa de levadura esponjosa, se decora tradicionalmente con huevos duros y simboliza el final de la Cuaresma. Es costumbre que los padrinos regalen la Mona a sus ahijados, que luego se consume juntos el Lunes de Pascua, normalmente en una gran comida familiar al aire libre o en la playa.

En algunas variantes, la Mona se aromatiza adicionalmente con anís, ralladura de limón o agua de azahar. Hoy en día también se puede encontrar con huevos de chocolate o figuras de chocolate elaboradas artísticamente, especialmente en regiones con una larga tradición chocolatera como Villajoyosa.

Toña Alicantina – El dulce pan de la costa
La Toña Alicantina es otro dulce típico de Pascua de la región. A diferencia de la Mona, es menos dulce, tiene una corteza dorada y crujiente y una miga jugosa y suave. A menudo se espolvorea con azúcar glas y se disfruta junto con una taza de chocolate o café caliente.

Arnadí: una reliquia del pasado morisco
Un postre especialmente histórico de la época de Pascua es el arnadí. Este dulce elaborado con calabaza o boniatos, almendras y azúcar tiene su origen en la época árabe y se sirve con una forma cónica característica. Su sabor es intenso, casi acaramelado, y recuerda los dulces aromas de la antigua Al-Ándalus. El arnadí es uno de los platos tradicionales de Pascua, especialmente en la región de Valencia.

Buñuelos y torrijas – Tentaciones fritas
Durante la Semana Santa, las calles de muchos lugares huelen a buñuelos, pequeñas bolas de masa frita espolvoreadas con azúcar. Este manjar se vende a menudo en los mercados callejeros y es un aperitivo muy popular durante las fiestas.
Tampoco pueden faltar las torrijas, el equivalente español de las „tostadas francesas“. Se empapan rebanadas gruesas de pan en leche o vino, se rebozan en huevo, se fríen y se sirven con miel o azúcar. Originalmente era una receta para aprovechar el pan duro, pero hoy en día es un postre muy popular.

Lunes de Pascua: Comidas en común al aire libre
El lunes de Pascua, conocido como Día de la Mona, es un día para estar juntos. Si el tiempo acompaña, las familias llenan sus cestas con dulces de Pascua y salen al campo. Ya sea en la playa o en populares zonas de picnic en las montañas, el picnic comunitario es una bonita tradición que da la bienvenida a la primavera y pone fin a la Semana Santa en un ambiente festivo.

Un viaje culinario a través de la tradición y la historia
La Semana Santa en la Costa Blanca es también un viaje culinario en el tiempo. Los platos que se preparan durante la Semana Santa cuentan muchas historias de fe, ayuno y festividad.
Quienes pasen la Semana Santa en la Costa Blanca no solo quedarán impresionados por las procesiones, sino también por los aromas. ¡Disfrútalo!