Revista Costa Blanca

PUBLICIDAD

Gestión inteligente del agua en la Costa Blanca

De Dénia a Benidorm: así organiza la Costa Blanca los ciclos del agua, la desalinización y la reutilización para un futuro sostenible.

De Dénia a Benidorm: así organiza la Costa Blanca los ciclos del agua, la desalinización y la reutilización para un futuro sostenible.

El agua ya no es algo que se pueda dar por sentado en la Costa Blanca. Entre Dénia y Villajoyosa se ha producido en los últimos años un cambio silencioso pero fundamental: se ha pasado del uso tradicional a la gestión sistemática del agua. Los municipios, los agricultores y los ingenieros trabajan juntos para utilizar cada gota de forma más eficiente.

La Marina Baixa es considerada en toda Europa como un ejemplo de sistemas circulares que funcionan. El Consorcio de Aguas de la Marina Baixa lleva décadas combinando turismo, agricultura y suministro municipal. Las aguas residuales tratadas de Benidorm se transfieren, tras un proceso de depuración de última generación, a los agricultores, que las utilizan para regar sus plantaciones de cítricos y almendros.
Según datos de las autoridades regionales responsables del agua, hoy en día una parte considerable del agua vuelve al ciclo; algunos estudios hablan de alrededor de un tercio. Las pérdidas registradas en la red son de alrededor del cinco por ciento o menos, lo que las sitúa entre las más bajas de Europa.

En la Marina Alta se avecina una nueva ola de modernización. Dénia y Xàbia, junto con la empresa estatal de infraestructuras ACUAMED, están impulsando nuevos proyectos de desalinización que se llevarán a cabo en los próximos años. En Xàbia, la planta existente pasará a manos municipales, lo que supondrá un paso adelante en materia de control y seguridad del suministro. Paralelamente, se renovarán las redes de tuberías y se ampliarán los depósitos de almacenamiento para poder superar mejor los periodos de sequía.
El agua también desempeña un papel fundamental en la sostenibilidad de la agricultura. Cada vez más explotaciones apuestan por el riego por goteo y por sensores.,

que controla la humedad y los nutrientes con precisión milimétrica. Esto se ve respaldado por programas de fomento de la PAC e iniciativas regionales que promueven el uso de tecnologías de ahorro de agua. Las instalaciones privadas de retención de agua de lluvia también son cada vez más populares, no por obligación, sino por convicción.

Las ciudades y los municipios también siguen invirtiendo. Benidorm está trabajando en un plan maestro para el uso de agua tratada para la limpieza y el riego, y está probando soluciones de almacenamiento subterráneo. Altea y Calpe invierten en la reutilización de las llamadas „aguas verdes“, agua depurada que se utiliza para el cuidado de las zonas verdes públicas. La Generalitat Valenciana persigue un objetivo ambicioso: aumentar la proporción de agua reutilizada hasta casi el 45 % en 2030.

Los últimos años han demostrado que la sequía ya no es una situación excepcional, sino parte de la realidad. En consecuencia, la actitud ha cambiado: el agua no es solo un recurso, sino una técnica cultural. Entre Marina Alta y Marina Baixa está surgiendo una conciencia que combina el equilibrio ecológico y la innovación tecnológica, y muestra cómo puede ser el futuro en el sur de Europa.

▶ En el próximo artículo de esta serie
Cómo el sol y la comunidad generan nueva energía, y por qué la Costa Blanca lleva tiempo abasteciéndose por sí misma.