Café en la Costa Blanca - cortado, bombón y cultura

Un rápido solo en el bar, un acogedor con leche en el desayuno o un dulce bombón por la tarde: el café es mucho más que una bebida en la Costa Blanca: es un ritual, un pedazo de cultura y una oportunidad diaria para entablar conversación.

Si pasea por las calles de Dénia, Altea o Villajoyosa, lo oirá por todas partes: el tintineo de las tacitas, el rítmico silbido de la cafetera espresso, el murmullo de los comensales. Aquí el café nunca es „para llevar“, sino siempre una experiencia social.

Variedad en una taza - Los clásicos están claros:
▶ Café solo: el espresso fuerte, rápido y sin florituras.
▶ Café con leche - mitad leche, mitad café, el favorito por las mañanas.
▶ Cortado - un solo con un chorrito de leche, ideal para entre horas.

Pero la región también tiene sus peculiaridades:
▶ Café bombón, famoso en Alicante y Villajoyosa: espresso con leche condensada, un postre en vaso.
▶ Carajillo, normalmente con brandy o anís - antaño una bebida de la clase trabajadora, ahora un favorito de culto.
▶ Blanco y negro, la versión veraniega con helado u horchata.

Café con color local
La Marina Alta y Baixa ponen su propio acento:
- En Villajoyosa, la cultura del café se mezcla con la tradición chocolatera. Muchas cafeterías sirven el bombón con una ración extra de chocolate Valor, un dulce enlace que sólo se encuentra aquí.
- Altea y Benissa se caracterizan por sus antiguas cafeterías. Algunas de ellas han sido regentadas por la misma familia durante tres generaciones, y han seguido siendo lugares de encuentro donde el tiempo pasa más despacio.
- En Dénia, jóvenes tostadores aportan un soplo de aire fresco. Están experimentando con cafés de origen único y nuevos métodos de elaboración: un emocionante contraste con la cultura tradicional de los bares.