Costa Blanca Magazin

Ciclismo Costa Blanca - entrenamiento paraíso costa y montaña

Radfahren – Trainingsparadies zwischen Küste und Bergen

Desde equipos profesionales hasta ciclistas de ocio: la Costa Blanca ofrece rutas variadas, vistas al mar y senderos de montaña para entrenamientos ciclistas y paseos de placer.

En los últimos años, la Costa Blanca se ha convertido en uno de los centros de entrenamiento más importantes para el ciclismo internacional. En invierno, no es raro ver a equipos profesionales enteros en la carretera en Calpe, Dénia o Benidorm, incluidos grandes nombres como el Jumbo-Visma o el UAE Team Emirates. Utilizan la región porque pueden pasar del nivel del mar a 1.000 metros en pocos kilómetros. Para los ciclistas, esto significa entrenamientos variados sin largos traslados.

Rutas con carácter
La subida más famosa es el Coll de Rates, cerca de Parcent. Apenas pasa una semana de entrenamiento sin que profesionales y aficionados se torturen subiendo las curvas cerradas, a menudo acompañados por vehículos de apoyo con bicicletas de repuesto.

Los bucles por la Vall de Gallinera o la vuelta por Guadalest también figuran entre los clásicos. Si buscas rutas menos empinadas, quédate en la carretera costera entre Dénia y Altea: allí podrás coleccionar kilómetros relajados, a menudo con vistas al mar.

Infraestructuras para ciclistas
La región ha respondido al auge. Los hoteles de Altea y Calpe ofrecen ahora sus propias estaciones de bicicletas con trasteros seguros, talleres y zonas de lavado. Proveedores locales como „Costa Blanca Cycling“ o „Siesta Advisor“ organizan visitas guiadas y ofrecen bicicletas de alquiler, desde bicicletas de carreras hasta e-bikes. 

Incluso los pequeños pueblos de las rutas están preparados para los ciclistas: desde cafeterías con carteles de „Ciclista bienvenido“ hasta gasolineras con surtidores de aire.

Los aficionados también se benefician de los profesionales
Los amplios paseos marítimos y los suaves tramos costeros son ideales para los principiantes. Muchas empresas de alquiler de bicicletas ofrecen recorridos especiales para principiantes, en los que se puede adaptar la velocidad y la longitud de la ruta.

Los aficionados más ambiciosos, por su parte, pueden probar suerte en las mismas subidas que se disputan en la Vuelta a España. Como resultado, ciclistas dominicales y profesionales del WorldTour pedalean a veces codo con codo en el Coll de Rates.

Un factor económico en invierno
El ciclismo también interesa desde hace tiempo a la industria turística. Según la autoridad turística regional, miles de ciclistas viajan cada año a la Costa Blanca. Los hoteles se benefician en temporada baja, y los restaurantes y cafeterías de las rutas se llenan cuando los grupos hacen su pausa para comer. Para muchos municipios, el entrenamiento invernal de los profesionales se ha convertido en un pilar de la economía.

El ciclismo en la Costa Blanca es, por tanto, mucho más que un deporte para especialistas. Desde una relajada excursión costera hasta la última etapa de montaña, hay algo para todo el mundo sobre dos ruedas, y eso es precisamente lo que hace tan atractiva a esta región.