Costa Blanca Magazin

Costa Blanca - diversidad entre la montaña y el mar

Einzigartig zwischen Bergen und Meer

Descubra la cultura, el paisaje y las especialidades de la Costa Blanca. Desde viñedos y olivos hasta chocolate y nísperos - único entre montañas y mar.

Con el número de septiembre, iniciamos un viaje por las dos comarcas que caracterizan el norte de la Costa Blanca: Marina Alta y Marina Baixa. No como un folleto de vacaciones, sino como una mirada entre bastidores, al lugar donde se elaboran productos que de otro modo sólo vería como guarnición en el puesto del mercado. Desde Moscatel y Nísperos hasta el chocolate de Villajoyosa, la serie muestra lo que es típico y lo que hace tan diferentes a estos dos vecinos.

La Marina Alta, en el norte, se caracteriza por montañas, valles y un paisaje agreste que siempre ha exigido mucho de las personas, y es precisamente esto lo que ha dado lugar a una notable cultura de autosuficiencia. Viñedos, olivares y arrozales se extienden hasta la Marjal de Pego. La artesanía y las pequeñas explotaciones han caracterizado la región hasta nuestros días.

La Marina Baixa, en cambio, se abre al sur y combina la tradición agrícola con la vida urbana. Aquí crecen los dorados nísperos de Callosa d'en Sarrià y se procesan cítricos y almendras. Y aquí, en Villajoyosa, se respira aroma desde el 

Siglo XIX después del cacao: la ciudad es la capital española del chocolate y sede de marcas como Valor y Marcos Tonda.

Ambas regiones difieren en su topografía y orientación económica, pero juntas forman un panorama de diversidad. Desde la dulce mistela de Xaló hasta el arroz de Pego y las cestas hábilmente tejidas de Gata de Gorgos, la gama de productos no sólo llena, sino que también cuenta historias: de clima, suelo, empresas familiares y un especial sentido de la calidad.

Este número de CBM se centra precisamente en estas particularidades. En los siguientes artículos, le llevaremos a los huertos y arrozales, a las bodegas y almazaras, a las fábricas de chocolate de Villajoyosa y a los talleres de artesanos que combinan tradición y modernidad.

Porque lo típico de la Marina Alta y la Marina Baixa no sólo significa lo que hay en el plato, sino también cómo vive la gente y cómo preserva su cultura.