Para muchos expatriados y residentes que se han instalado aquí, la dieta mediterránea es desde hace tiempo algo más que una moda. Se adapta perfectamente a las condiciones de vida aquí, donde la cocina regional y el clima suave hacen que una dieta equilibrada y fresca sea fácilmente accesible. La dieta mediterránea es fácil de integrar en la vida cotidiana y tiene muchos beneficios para la salud.
Dieta mediterránea: ingredientes sencillos, gran efecto
La dieta mediterránea se basa en ingredientes sencillos pero de gran calidad: verduras frescas, fruta, legumbres, productos integrales, aceite de oliva y mucho pescado, todo lo que ofrece la naturaleza mediterránea. La carne se come con moderación y los alimentos muy procesados no suelen estar en el menú. En su lugar, se hace hincapié en los productos naturales y locales que no sólo saben bien, sino que también son buenos para la salud.
Cómo integrar la dieta mediterránea en su vida cotidiana
Aquí es fácil integrar alimentos frescos y sanos en la dieta diaria. Aquí tienes algunos consejos para aprovechar los beneficios de la dieta mediterránea:
Beneficios para la salud
Se dice que la dieta mediterránea tiene un efecto positivo sobre la salud del corazón, estabiliza la tensión arterial y reduce el riesgo de padecer ciertas enfermedades crónicas como la diabetes. Los ingredientes ricos en fibra favorecen una digestión sana y las grasas naturales del aceite de oliva y los frutos secos tienen un efecto positivo sobre el sistema cardiovascular. Esta dieta también es ideal para controlar el peso, ya que se basa en alimentos saciantes y ricos en nutrientes que mantienen saciado durante mucho tiempo y además son bajos en calorías.
Estilo de vida en lugar de dieta
Lo que hace tan especial a la dieta mediterránea es que no parece una dieta estricta. Se trata menos de contar calorías y más de favorecer los ingredientes frescos y no procesados. Suele ser fácil de aplicar, ya que los mercados y supermercados ofrecen una amplia gama de productos frescos. Se come más conscientemente y también se disfruta de la preparación de la comida, lo que forma parte del estilo de vida que muchos expatriados aprecian aquí.
Pequeños cambios, grandes repercusiones
A menudo son los pequeños cambios los que marcan la diferencia a largo plazo. Una simple ensalada de tomates, pepino y aceitunas con un poco de queso feta y un chorrito de aceite de oliva para comer, o un rápido filete de pescado a la plancha con verduras frescas por la noche: así de fácil es integrar la dieta mediterránea en tu vida cotidiana. No tiene que dominar ninguna receta complicada. Lo bueno de la dieta mediterránea es que es sencilla y flexible.
La dieta mediterránea no sólo se adapta bien al estilo de vida de la Costa Blanca, sino que también ofrece multitud de beneficios para su salud. Sin hacer grandes cambios, podrá comer de forma más consciente y saludable, aprovechando los beneficios de los productos locales. Saboree lo mejor de la cocina española, su cuerpo se lo agradecerá.